Las auxiliares son empresas subcontratadas por AM para realizar labores como el mantenimiento, la limpieza, seguridad, construcción, etc… Realizan un papel esencial sin el cual la producción no sería posible. Agrupan a más de 3000 trabajadores en los centros de trabajo que la multinacional tiene en Asturias.
Un nutrido grupo de delegados de personal de estas empresas se concentraron ayer en la puerta de Trasona de la factoría, a la hora del cambio de turno. La concentración es el primer paso en un calendario de movilizaciones que tiene por objetivo evitar el dumping social entre las empresas que prestan servicios a AM en Asturias. Denuncian que, desde hace varios meses, hay empresas auxiliares que están siendo contratadas por AM y que en vez de usar el Convenio de Montajes y Empresas Auxiliares, están usando el del Metal, con lo cual tienen unos costes laborales hasta un 20% más reducidos.
Los sindicatos temen que, de generalizarse esta irregularidad, las distintas empresas entren en una espiral competitiva a la baja, forzando la reducción de costes para acceder a los contratos de mantenimiento y servicios de AM. Una presión que a la larga pagarían los trabajadores y trabajadoras. Denuncian también que la multinacional no es una mano inocente en este proceso, sino que, como beneficiaria de la reducción de costes, tiene un interés en introducir esta dinámica de mercado en la subcontratación.
Las siguientes movilizaciones serán el día 30 de Octubre, en las porterías de acceso a la factoría de Avilés (Trasona) y los días 25 de Octubre y 2 de Noviembre en Veriña (Gijón). El horario previsto para dichas concentraciones será entre las 13:00 y las 14:30 horas. En función de los resultados de estas movilizaciones, se valorará intensificar más la presión sobre ArcelorMittal. Los trabajadores piden todo el apoyo social posible a estas movilizaciones.
Mittal: un interlocutor poco fiable
Por otra parte, a la concentración también acudieron trabajadores de otras subcontratas que no están afectadas por el convenio del metal o el de montajes, como Acciona. La plantilla de esta empresa protagonizó una movilización el pasado mayo para conseguir que se subrogase a los trabajadores al cambiar AM de subcontrata (de Dragados, a Acciona). Tras varias movilizaciones y negociaciones, se logró un compromiso de Acciona de subrogar a la mayoría de la plantilla (36 trabajadores), incluyendo a 7 trabajadores que en un principio no tenía intención de contratar. ArcelorMittal se comprometió entonces a dar carga de trabajo para los 36 trabajadores, y si no hubiera trabajo suficiente a pagar los sueldos de los operarios para los que Acciona no tenga trabajo. Pues bien, ahora ArcelorMittal insiste en que no tiene ningún acuerdo firmado en ese sentido, y que no se hará cargo de esos empleados. Por ahora Acciona está manteniéndolos en plantilla, pero cualquier cambio en la situación de la carga de trabajo puede hacer peligrar sus empleos.
ArcelorMittal muestra así su verdadera cara, un interlocutor poco fiable que cambia de opinión según las circunstancias y a su conveniencia. Esta actitud de AM señala también un mal precedente que debería ser tenido en cuenta por los trabajadores de otras auxiliares en el caso de que haya que luchar por la subrogación de la plantilla.
Un gigante de acero con los piés de barro
Pero ¿Cual es el motivo de que AM se manche las manos con estas jugarretas contra los trabajadores de las auxiliares? Todo el mundo sabe que AM como empresa capitalista, no es una hermanita de la caridad. Lakshmi Mittal y los inversores institucionales que tienen el control accionarial de la empresa, buscan obtener la máxima rentabilidad posible de sus inversiones.
Vanguard Group, Black Rock, JP Morgan, son algunos de los nombres que están detrás del consejo de administración de AM en Luxemburgo, los llamados top holders, que tienen el 6% de la empresa. Pero en el gigante siderúrgico global, quien tiene el control absoluto es la propia familia Mittal, que controla el 40% de las acciones. Esto le da al magnate Indoeuropeo el control del 10% del mercado mundial de acero. El resto de la estructura accionarial corresponde al llamado free float, que se compra y se vende todos los días en el mercado bursátil.
El precio de las acciones de AM ha sido una montaña rusa, con una fuerte subida en los últimos meses. De hecho, CaixaBank ha comprado un paquete de acciones de 3 millones de acciones en la última subida (+127% de lo que tenía previamente). La fuerte subida en bolsa de AM está impulsada por las buenas perspectivas en el precio de hierro a nivel mundial, debido a la fuerte demanda china. Paradójicamente, el país que era acusado el año pasado de ser el origen de todos los males en el sector, es el que está tirando por la empresa, gracias a un gigantesco programa de inversiones de Gobierno de la República Popular relacionadas con la energía y el medio ambiente. Esto significa la compra de mucho hierro, cuya minería es parte importante del negocio de AM.
Recuperación del precio del acero

En el gráfico superior se ve este proceso de recuperación del precio del acero, aunque todavía está muy lejos del precio de burbuja del año 2008, cuando la economía mundial estaba disparada.
Demasiadas plantas, demasiado acero

Pero esta mejoría del clima del mercado del acero sigue teniendo más sombras que luces. La sobrecapacidad productiva del sector es una de ellas. Las plantas están funcionando, de media, a un 70% de su capacidad. Eso es un enorme lastre en términos de gasto de mantenimiento y costes fijos, que no se traduce en producción. Europa tiene capacidad para producir 230 millones de toneladas, y en la actualidad produce 180 millones.
AM está intentando reducir la enorme deuda financiera que arrastra desde hace años. El mes pasado anunció los resultados de una oferta de recompra de bonos de deuda de la empresa. Han intentado recomprar 3000 millones de la deuda de 12000 que tienen y solo han podido recomprar la tercera parte.
A su vez, la necesidad de tener una posición de dominio en el mercado lleva a Mittal a hacer fuertes inversiones para evitar que sus competidores en el mercado europeo. La compra de ILVA, que cuenta con la mayor instalación siderúrgica de Europa es una muestra de ello.
Esta es una gran contradicción en que se mueve AM. Por una parte necesita reducir deuda y gastos de producción, por otra necesita fondos para acometer inversiones estratégicas. Es la guerra por un mercado anémico, una lucha sin cuartel entre capitalistas, cuya víctima principal son los trabajadores.
Para echar más gasolina al fuego, ThyssenKrupp y Tata, han firmado un acuerdo de fusión para crear el segundo mayor productor de la UE. Esta fusión permitirá unificar esfuerzos por valor de 400 a 600 millones de dólares y pondrá en peligro 4000 empleos en toda la UE. Europa será la región del mundo donde la producción de acero estará más consolidada (monopolizada).
Competitividad: ¿Dónde está el final de ese camino?
En ciertos sectores sindicales se habla de la necesidad de ser más competitivos para asegurar la viabilidad de las plantas. La idea es sencilla: en un contexto de lucha feroz entre las empresas, ser capaces de ofrecer productos de mayor calidad y a un mejor precio, de forma que los pedidos vengan a las plantas de AM en vez de a las de la competencia.
Esta lógica de la competitividad se ha llegado a plantear también entre las plantillas de la propia empresa. La entrada en juego de la factoría de Tarento, ha sido recibida con preocupación por los trabajadores, pues esta planta por si sola es capaz de producir 9 millones de toneladas al año. ¿Hay mercado para tanto acero? ¿A donde irán los pedidos internacionales? ¿A España, a Italia, a Francia?
El problema de recurrir a la competitividad como estrategia de lucha por los pedidos y las inversiones de la empresa, es que los sindicatos y trabajadores de las otras plantas de la UE pueden optar por la misma estrategia. Se inicia así una carrera competitiva a la baja entre distintos centros de trabajo: Las inversiones en nuevas instalaciones tienen un límite y son muy costosas, así que al final hay que recurrir al viejo truco de recortar costes laborales, trabajar con menos plantilla, echar más horas extra, subcontratar más para reducir costes, etc…
En esa espiral a la baja, los trabajadores solo podemos perder, como en el juego de la silla: ¿Quién sobrevivirá al final, Tarento? ¿Avilés?…
En toda la UE los problemas son los mismos
El plan Action 2020 de ArcelorMittal se marca como objetivo pasar de un EBITDA por tonelada de 62€ a 85€ en 2020. Y aumentar la producción anual de 85 a 90 millones de toneladas. La aplicación de este plan ya se está viendo en el día a día.
Hay planes de productividad que plantean reducir la plantilla en Asturias, las jugarretas contra las auxiliares (trabajar más por menos y ponerlas a competir en costes entre sí) van en el mismo sentido y obedecen a la misma lógica. Y lo mismo pasa en todas las plantas de la UE. En Bélgica, Francia, Italia, los trabajadores de AM se enfrentan a los mismos problemas, sufren los mismos ataques. Se puede decir que en toda la siderurgia europea los trabajadores viven situaciones similares.
En vez de plantear «compitamos entre las plantillas a ver quién se lleva el pastel» ¿No parece razonable coordinar la lucha en toda Europa, cambiar de lógica, aunar esfuerzos para conseguir que la mejora de la productividad revierta en mejores salarios y condiciones laborales para la plantilla?
[…] movilizaciones comenzaron el 23 de octubre con concentraciones de delegados en las puertas de entrada de las plantas de AM en Avilés y […]