Los sindicatos han anunciado que, de no solucionarse la situación de dumping social que algunas subcontratas y la propia ArcelorMittal están impulsando, se procederá a convocar huelga el día 14 de noviembre, y paros parciales de 4 horas a partir de ahí. Hasta que se llegue a un acuerdo satisfactorio para los trabajadores.
Las movilizaciones comenzaron el 23 de octubre con concentraciones de delegados en las puertas de entrada de las plantas de AM en Avilés y Gijón. Los trabajadores protestan porque hay empresas auxiliares que están aplicando el Convenio del Metal, cuando lo que corresponde es usar el Convenio de Montajes y Empresas Auxiliares.
Esta situación estaba generando un proceso de dumping social en el interior de las factorías de AM en Asturias, con pérdidas salariales de hasta el 20%. Según los trabajadores esta espiral competitiva a la baja cuenta con el beneplácito de la propia ArcelorMittal.

El gigante siderúrgico está poniendo en marcha en toda la UE un proceso de recorte de condiciones laborales y salariales, presionando a la baja las condiciones de contratación de las auxiliares, e intentando externalizar todos los procesos productivos que puede.
Es el caso de la actividad de Seguridad Industrial en ArcelorMittal de Florange (Francia), cuyos empleados se están movilizando estas últimas semanas, ante la pretensión de la multinacional de externalizar el puesto de mando de seguridad a Dunquerke (a más de 400 kilómetros de distancia). La búsqueda de beneficio a toda costa de Mittal pone en peligro el empleo y la seguridad en una zona habitada por 70.000 personas.
En toda la UE hay los mismos problemas, los mismos ataques contra la plantilla y los derechos laborales. Frente a una multinacional que planifica a nivel global, es necesario unificar las luchas, unificar las fuerzas.