Después de tres reuniones de la mesa de negociación, Amazon sigue despreciando a la representación sindical de los trabajadores y se presenta sin una sola propuesta, mientras que los sindicatos presentaron ya en la primera reunión una propuesta conjunta. A pesar del esfuerzo realizado por las organizaciones obreras para intentar llegar a un acuerdo, la dejadez y el poco interés de la empresa han obligado a la convocatoria de huelga, que se hará efectiva durante el Prime Day, una campaña de ofertas y descuentos organizada por Amazon, los próximos 16, 17 y 18 de Julio.
Con una empresa que funciona y se organiza a nivel global, los trabajadores no podemos responder únicamente a nivel local: debemos coordinarnos, en primer lugar, a nivel nacional, y, en segundo lugar, a nivel europeo.
El Prime Day es un evento celebrado anualmente por la empresa, que rompe año tras año los records sobre ventas: en 2017, los resultados mejoraron los que se registraron durante el Black Friday y el Ciber Monday, otros dos eventos inspirados por políticas corporativas para dar salida al stock de las grandes empresas del sector. Celebrar la huelga durante esos días es un movimiento inteligente por parte de los sindicatos, ya que golpea directamente una de las campañas más importantes de Amazon; y más aún si, finalmente, como se venía preparando, la huelga – o jornada de lucha, allí donde la represión impida una huelga abierta, como en Polonia – se realiza a nivel europeo.
Esta ha sido, precisamente, una de las claves del conflicto en Amazon: la dimensión supranacional que ha adquirido la lucha. Con una empresa que funciona y se organiza a nivel global, los trabajadores no podemos responder únicamente a nivel local: debemos coordinarnos, en primer lugar, a nivel nacional, y, en segundo lugar, a nivel europeo. Los problemas que se sufren en MAD4, en San Fernando de Henares, se sufren igual en Reino Unido, donde los trabajadores se ven obligados a orinar en botellas de plástico porque no tienen tiempo para ir al baño, o en Italia, donde los trabajadores han ido en varias ocasiones a la huelga para denunciar las agotadoras jornadas.

Aquí en España, la lucha comenzó con una huelga el pasado 21 de marzo, que ya fue un auténtico éxito, con un seguimiento superior al 90%, y un paro total de la planta; esta movilización fue una muestra de fuerza y compromiso por parte de los trabajadores de Amazon, y es de esperar que sirva de motivación para esta nueva huelga. Otro factor que debe servir para potenciar la implicación y la movilización de la plantilla es la unidad que han mostrado las organizaciones sindicales, siendo coherentes con sus principios y dando ejemplo en la defensa de los intereses de los trabajadores por encima del patriotismo de siglas.
Con estas claves, y ante una empresa que no se toma las negociaciones en serio, sentándose a la mesa sin una triste propuesta, la huelga de los próximos días 16, 17 y 18 es un movimiento consecuente por parte de las organizaciones sindicales, y, con el precedente del 21 de marzo, es de esperar que la respuesta de la plantilla siga esta dinámica positiva. Con unidad, con organización y con honestidad, los compañeros de Amazon volverán a dar un ejemplo de lucha a España y a parte del mundo.