Huelga 16, 17 y 18 de Julio: un nuevo éxito de los trabajadores en lucha de Amazon

La huelga que tuvo lugar coincidiendo con el pasado PrimeDay ha tenido un seguimiento masivo, continuando la buena línea que se inició con la primera huelga del 21 de marzo, y ha constituido un nuevo éxito en el conflicto que los trabajadores mantienen con la multinacional.

D. Fernández
D. Fernández
Ingeniero y marxista, convencido de que un mundo mejor es posible y está a nuestro alcance.

Los trabajadores de la planta madrileña de Amazon en San Fernando de Henares, conocida por el nombre corporativo de MAD4, se han convertido en la punta de lanza de una movilización de trabajadores que puede calificarse de histórica en una empresa como la multinacional de Jeff Bezos, una de las empresas “modernas” que hasta ahora presentaban bajos niveles de organización y combatividad. Sin embargo, el buen trabajo que han venido haciendo las organizaciones sindicales, unido al progresivo endurecimiento de las condiciones de trabajo que ya denunciamos en un artículo previo sobre la situación en la empresa, han provocado un vuelco en la situación que ha colocado a Amazon en la picota del conflicto sindical, y a sus trabajadores en una posición de referencia para muchos otros colectivos que viven situaciones similares.

La huelga del 21 de marzo fue ya un auténtico mazazo a la imagen pública de Amazon, y una operación necesaria para desenmascarar toda la propaganda y publicidad interesada que medios de comunicación y determinados políticos hacen sobre las empresas “modernas”, caracterizadas por su política corporativa de “gran familia” que busca disimular la contradicción de clase con un lenguaje de coaching infantil y mentiras descaradas. En su lugar, la movilización de los trabajadores de la planta MAD4 en marzo mostró a mucha gente lo que las organizaciones obreras denunciamos desde hace tiempo: que el “nuevo capitalismo” no se diferencia en lo fundamental del capitalismo que conocemos desde hace años. Altos ritmos de trabajo que ponen en riesgo la salud de los trabajadores, salarios de miseria que impiden llevar una vida digna, trabajos precarios y temporales que nos obligan a organizar nuestra vida a cortísimo plazo, como esclavos que siempre deben estar disponibles… Todo ello sucede en las plantas de Amazon, como sucede en las plantas de PSA-Peugeot o de ArcelorMittal, empresas asociadas al capitalismo clásico.

Los trabajadores respondieron en su momento, con un seguimiento de la huelga prácticamente absoluto, y han respondido ahora, con seguimientos superiores al 80%. Además, esta huelga se ha extendido por otras plantas europeas de Amazon gracias a la coordinación y combatividad de las organizaciones sindicales, que han comprendido que cuando una multinacional funciona y se organiza a nivel global, lanzando agresivas campañas contra los trabajadores de todas sus plantas sin importar el país en que se encuentren, la resistencia debe plantearse también a nivel global. Por ello, la huelga de los trabajadores de MAD4 ha sido acompañada por la lucha de los trabajadores de las plantas en Alemania y Polonia: en el país germano, seis plantas se unieron a los paros el día 17, mientras que en Polonia, donde la represión impedía la huelga, los trabajadores se vieron obligados a acudir a sus puestos pero se negaron a cumplir con las reglas de trabajo habituales1. Si la empresa continúa con su actitud despótica y de desprecio hacia la representación de los trabajadores, no sólo continuará en estos países, sino que es de esperar que se extienda a otros como Reino Unido o la República Checa.

En el lado contrario nos encontramos el caso de Italia, país en el que la parte empresarial se sentó a negociar y se terminó llegando a un acuerdo que los trabajadores consideraron suficientemente bueno para las actuales condiciones. Que el conflicto continúe y se encone depende únicamente de Amazon: si sigue despreciando e ignorando a las organizaciones sindicales, si no atiende a sus justas demandas, y si Jeff Bezos sigue empeñado en mantener su puesto de hombre más rico del mundo a costa de la vida de los trabajadores de la empresa, la resistencia y la lucha se prolongarán todo lo que sea necesario. Si tiene dudas sobre cómo afrontar el problema, siempre puede preguntar a los directivos de CocaCola, que esperaban cerrar la planta de Fuenlabrada impunemente, y se encuentran, cinco años después, con un colectivo de trabajadores irreductibles que no paran de arrancarle victorias a la multinacional más simbólica del capitalismo americano.

Adicionalmente, el habitual discurso corporativo de este tipo de empresas basado en la idea de la “gran familia” ha quedado claramente en entredicho a la vista de cómo ha reaccionado Amazon a la huelga: hostigando a los trabajadores, impidiendo el acceso de los representantes legales a la planta el día de huelga, grabando y espiando las asambleas de la plantilla… El paternalismo de los jefes y capataces se revela como una manipulación barata: “estamos aquí para lo que necesites”, “nos preocupamos por ti”… siempre y cuando estés calladito y permitas todos los abusos de la empresa sin rechistar.

La lucha de los trabajadores de Amazon nos deja muchas lecciones, que analizaremos con más detalle en artículos posteriores, pero la principal es clara: la lucha es el único camino. No como consigna vacía, no como palabras bonitas, sino traducido en hechos, en organización, en movilización, y en combatividad. Mientras la empresa continúe despreciando a la representación de los trabajadores, mientras Jeff Bezos, los jefes regionales, y los jefecillos intermedios, sigan generando situaciones insostenibles en el puesto de trabajo, poniendo en riesgo la salud misma de los trabajadores, la lucha continuará. Es el momento de poner fin a la impunidad empresarial para saltarse leyes, vulnerar derechos, y cometer irregularidades sin coste alguno: CocaCola en Lucha abrió la veda, y Amazon en Lucha continúa su ejemplo.

Notas

  1. https://www.reuters.com/article/us-amazon-com-germany-strike/amazon-workers-strike-in-germany-joining-action-in-spain-and-poland-idUSKBN1K61OY

    En Polonia, lo que los trabajadores hicieron fue lo que se denomina work-to-rule protest, una protesta que consiste en acudir al puesto de trabajo pero incumplir las reglas de ritmos, eficiencia, etc, que impone la empresa.

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