“El primer cable que se instaló en Asturias lo puso la gente que formamos el grupo Zener”

Desde hace dos meses la situación en torno a la empresa de telecomunicaciones Telecable y sus subcontratas está revuelta debido a la reestructuración del Grupo Euskaltel. Una de estas subcontratas es Zener Comunicaciones, dedicada a la instalación de las redes de cable.

El pasado 19 de junio la dirección del Grupo Zener notifica al Comité de Empresa que no va a optar a renovar el contrato con Telecable que lleva cumpliendo desde 1995. Esto cae como un bombazo en la plantilla, pues significa que a partir del día 31 de Diciembre sus empleos están en el aire.

Telecable forma parte del Grupo Euskaltel desde 2015, tras una serie de operaciones de compra-venta entre los fondos de inversión Carlyle y Zegona. En la actualidad, junto con la operadora gallega R, y la propia Euskaltel, Telecable está controlada por Zegona.

Zener ha venido realizando servicio para Telecable desde 1995 y a partir de 2017 su plantilla empezó a notar los efectos del cambio de propietario. Los despidos no se hicieron esperar puesto que Zegona presiona cada vez más para reducir los precios que se pagaban a la subcontrata.

El comité de empresa ya intentó sin éxito incluir una clausula de subrogación en el contrato, para que sus empleos no dependiesen de estas maniobrar especulativas y llegaron a realizar una huelga que el propio operador intentó reventar, siendo condenada por vulneración del derecho de huelga en 2018.

Desde el 5 de julio, y ante la fecha límite del 31 de diciembre, la plantilla vuelve a la carga para lograr la subrogación y la readmisión de nueve compañeros que fueron despedidos turbiamente tras la reunión de junio. La movilización está siendo importante y con un seguimiento del 100% de la plantilla.

Alejandro Viciosa Niño ante la sede de Euskaltel el 12 de julio.

Alejandro Viciosa Niño nació en Gijón hace 44 años, es delegado de Comisiones Obreras y Presidente del Comité de Empresa de Zener Comunicaciones. También forma parte del Consejo Confederal de la Federación de Industria de CCOO. Además es militante de Izquierda Unida y miembro de la Comisión Colegiada de este partido en Asturias. Tiene a sus espaldas muchos años de lucha por los derechos de la clase trabajadora. En La Mayoría le hemos entrevistado para dar a conocer la perspectiva de la plantilla sobre la situación.

Háblanos de los próximos movimientos, ¿Qué tenéis pensado hacer en las próximas semanas?

El día 26 tenemos nuestra cuarta jornada de huelga, con dos concentraciones, una en Oviedo a las 11 y otra por la tarde en Gijón, a las 4. En las tiendas más representativas de Telecable.

Hemos tenido una asamblea de trabajadores en la que hemos decidido que dada la situación actual vamos a convocar una huelga indefinida a partir del próximo lunes 29.

¿Cómo está la moral de la plantilla? ¿Veis luz al final del túnel?

La situación es compleja, no es plato de buen gusto utilizar una herramienta como la huelga. Queremos trabajar y que se nos remunere por ello. Los trabajadores no estamos habituados al conflicto y a la lucha, es difícil navegar ahí. Pero a pesar de esto la moral está alta y creemos que estamos dando los pasos adecuados para que lo necesario sea posible.

Preguntas por la moral, creo que ese es un concepto un poco religioso que no me convence mucho. De lo que sí te puedo hablar es de la esperanza. Nosotros tenemos esperanza en que el contrato de Telecable que va a salir el 31 de julio, incluya la clausula de subrogación. Esto estabilizaría nuestros puestos de trabajo y daría una estabilidad continua a las posibles compras y ventas de las contratas existentes. Para nosotros esto sería prácticamente la finalización de nuestro conflicto.

En estos días habéis estado hablando con los grupos políticos de la Junta, ¿Qué les estáis pidiendo exactamente?

Nuestro primer contacto fue con IU, a partir de ahí mandamos una carta al resto de la representación política de la Junta. Prácticamente todos los grupos nos han recibido a excepción de Foro y el PSOE. Nos han prestado su ayuda y en algunas ocasiones hemos coincidido en los temas y en otras no, pero la valoración general es positiva.

Nosotros lo que les trasmitimos es que, básicamente, presionen al nuevo gobierno asturiano para que intermedie en el conflicto con la dirección de Euskaltel para que esa cláusula de subrogación aparezca en el nuevo contrato. Es una decisión política y desde aquí le pedimos directamente y en primera persona a Adrián Barbón que lo haga.

El día de la votación en que sale elegido Presidente asturiano le hicimos llegar una carta y la metimos por el registro para que nos recibiera. Todavía no hemos tenido contestación.

El próximo martes día 30 la Alcaldesa de Gijón, Ana González, tiene una cita con nosotros a la una de la tarde. Esto es importante porque entendemos que Ana González tiene un peso específico dentro del PSOE de Asturias y que puede tener una de las llaves para presionar a la dirección de Euskatel para que incluya la subrogación que creemos que es de justicia.

Los trabajadores y trabajadoras de Zener llevamos trabajando en exclusividad para Telecable desde el año 1995, prácticamente 25 años. El primer cable que se puso en Asturias lo pusieron las manos y los cerebros de la gente que formamos el grupo Zener. Hay que tener en cuenta que la unidad productiva va a continuar, si no somos nosotros quienes seguimos haciendo ese trabajo, lo harán otras manos, pero más precarias y en peores condiciones laborales. Y tengamos en cuenta que no es que nosotros tengamos ahora condiciones muy buenas.

Euskaltel, la empresa matriz, es la que tiene la llave de incluir esa cláusula de subrogación. La plantilla de la matriz podría ayudar ejerciendo presión dentro de Euskaltel. ¿Hay algún tipo de coordinación con ellos en este sentido?

Una de las primeras movilizaciones que hicimos fue una concentración en el Parque Tecnológico de Gijón durante una jornada de huelga. La siguiente movilización fue desplazarnos a Derio, en Vizcaya, a las oficinas centrales del Grupo Euskaltel. Allí estuvimos concentrados durante toda la mañana solicitándole a Jose Manuel García, el Consejero Delegado, una reunión. Le entregamos una carta al servicio de recepción. Según nos cuentan se la hicieron llegar, pero el no tuvo a bien recibirnos.

Por contra, sí tuvimos el apoyo y respaldo, que agradecemos muchísimo, de la plantilla de Euskaltel. Prácticamente todos salieron a apoyarnos y tenemos una relación muy fluida y cordial con el Presidente del Comité de Empresa, Javier Blanco, que es compañero de CCOO.

¿La capacidad que ellos tienen para negociar? No te sabría responder con certeza pero siempre se puede hacer algo. Y el ruido que estamos montando favorece que ellos puedan hacer presión. Estas decisiones empresariales que nos están afectando se toman en lo que yo llamo mesas camilla, y el conjunto de la plantilla de Euskaltel tiene una incidencia limitada. Pero en lo que esté en su mano si nos van a ayudar.

También quiero destacar que con los compañeros y compañeras de Telecable, aquí en Asturias, tenemos una sintonía total, estamos haciendo movilizaciones conjuntas y, de hecho, en alguna de nuestras jornadas de huelga quien lee los comunicados es la Presidenta del Comité de Telecable. Esta sintonía que hay entre la representación sindical de Zener y Telecable es importantísima.

Este conflicto realmente tiene un espacio troncal, y luego se ramifica en todas las subcontratas. Afecta a un volumen de empleo de más de 800 trabajadores y trabajadoras, en esta comunidad autónoma no es un problema menor. Más bien yo diría que es un problema mayor.

También estamos intentando coordinarnos con el resto de contratas. Es dificultoso porque algunas no tienen representación sindical y en otras no está la persona más adecuada en el comité. Pero no vamos a cejar en el empeño porque este es un conflicto colectivo, nunca mejor dicho. Y creo que la solución tienen que ser también una solución colectiva.

¿Cómo puede arrimar el hombro la gente que no es de la empresa o del ámbito sindical?

Estamos haciendo concentraciones y movilizaciones y cuanta más gente esté en ellas mejor, porque nos da visibilización. Recibimos también el apoyo de secciones sindicales importantes y de muchas personas a título individual, a las que agradecemos que se estén volcando con nosotros de esta manera.

Ya en una clave más política. Está habiendo problemas en las subcontratas en muchas empresas de diversos sectores. En la industria asturiana hay conflictos abiertos en ArcelorMittal o Saint-Gobain… y los motivos son similares. Todos giran en torno a la desprotección de los trabajadores ante cambios en los contratos con las matrices. ¿Crees que es necesaria una ley que obligue a la subrogación automática de las plantillas cuando cambian los contratos? Algo como los Acuerdos de Oviedo pero para todo el mundo y por ley.

Conozco los Acuerdos de Oviedo y sin duda alguna son un éxito sindical y un hito histórico. Pero yo estoy pensando en algo más ambicioso. En algunas de las conversaciones que tuvimos con los grupos parlamentarios yo me hacia la siguiente pregunta: Si yo tuviera un negocio, pongamos una frutería ¿Sería normal que yo subcontratara a la persona que despacha la fruta en el mostrador? Me parecería una locura. Pues eso pasa en algunos sectores y desde mi punto de vista personal esto debería derivar en un pacto de estado o algo similar.

Las relaciones laborales en nuestro país, tras las reformas del PP y el PSOE durante todos estos años, son cada vez más arcaicas y más restrictivas con los derechos de la clase trabajadora. Uno de los puntos claves de este proceso es la subcontratación. No puede haber esa cadena de subcontratacíón per se. Si una empresa tiene una actividad principal quien debe realizarla son los trabajadores de esa empresa.

Se debería poder subcontratar (vuelvo al ejemplo de la frutería, y por favor que nadie se me ofenda) si de lo que se trata es de alguna actividad administrativa, o la limpieza de la tienda que me la haga un servicio de limpieza, pero jamás la actividad de despachar la fruta.

La subcontratación es un mal del siglo XX y de lo que va del siglo XXI. Y creo que el movimiento sindical, en el cual yo tengo mucha confianza en que sabrá abordar estos retos, debería hacer hincapié en estas cosas.

La subcontratación, en definitiva, es un mecanismo de precarización de las condiciones de trabajo. En tu pregunta mencionas los conflictos de ArcelorMittal o Sain-Gobain. Podemos hablar de los muchos conflictos similares que hay en Asturias pues estamos en una situación muy convulsa. El viernes pasado estuvimos apoyando a los compañeros de Guardado Vías, tienen un problema parecido al nuestro. Y vemos que las condiciones que tienen los trabajadores de la subcontrata con respecto a la empresa principal difieren mucho, y “casualmente” es raro que las mejoren. Casi siempre suele ser a peor.

En mi opinión personal, a fin de cuentas, quien está sacando beneficio de esto son los intermediarios. Hay una red de intermediación que mercantiliza las relaciones laborales, o más bien mercadea, y se lleva su parte sin aportar nada al proceso productivo. Lo único que hace es poner la fuerza de trabajo de los trabajadores a disposición de una empresa matriz. En esa intermediación algo se queda entre la uñas.

Cuando hay que negociar nuevos contratos lo que se debería ver mermado es ese margen que obtienen los intermediarios, pero nos damos cuenta de que no es lo que pasa. Ese margen de beneficio siempre se va a conservar, y lo que se rebaja son las condiciones salariales y de trabajo de los trabajadores.

Para finalizar. Telecable y Euskaltel han recibido fondos públicos durante toda su trayectoria. ¿Crees que hay que darle una vuelta al sistema de ayudas a empresas, subvenciones, etc…?

Voy a ser muy claro, creo que la única empresa posible es la empresa pública. Y Telecable, que para mí es un referente de empresa tecnológica, nace con vocación de servicio público, y ese ha sido el error. Telecable, u otras empresas, no deberían haber nacido con vocación de servicio público, sino como empresas públicas, y quizás así, esta problemática que tenemos ahora la gente de Zener y Telecable estaría resuelta.

¿Las subvenciones? No voy a descubrir la pólvora, todos sabemos lo que ha pasado con las subvenciones que se han dado a empresas privadas: el que la pille pa´ el… y hasta luego cocodrilo. Se puede resumir así.

Yo vivo ahora en Langreo, en la Cuenca del Nalón, y veo todo lo que ha pasado con los Fondos Mineros, con los Fondos Estructurales de la UE, etc. y nos encontramos con que no han dado resultados. Se quieren lavar la cara dando subvenciones a empresas privadas que ni tienen arraigo, ni fijan trabajo, solamente están funcionando el tiempo que dura esa subvención.

La solución no es tan compleja realmente pero requiere voluntad política. Esos recursos que tiene la administración pública, que ahora son pocos pero podrían ser muchos más, los podemos administrar nosotros directamente. Y eso lo podemos hacer con las empresas públicas.

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