La empresa suiza Asea Brown Boveri (ABB), que lanzó hace unos meses un ERE en sus plantas de Córdoba y Galindo, llegó el pasado 30 de julio a un preacuerdo con el comité de empresa. La idea inicial buscaba el despido y la prejubilación de 59 trabajadores, algo que ha cambiado gracias a la lucha que han llevado sus más de trescientos trabajadores, desde manifestaciones con el respaldo de la población local, hasta el encierro en la planta cordobesa. La solidaridad y el buen trabajo sindical han conseguido un preacuerdo que, aun no siendo la solución soñada por todos, sí es una importante victoria para estos trabajadores. Las negociaciones, en las que ha sido necesaria la intervención del Gobierno Central, se han materializado en una serie de puntos que debían desarrollarse entre este pasado mes de agosto y principios de septiembre, de lo contrario la empresa pasará a una posición más dura aún.
La decisión de la empresa de 59 despidos y prejubilaciones se ha transformado en 43 empleados afectados en Córdoba y 3 en Galindo, un repliegue de la empresa gracias a la presión y a la movilización constante y decidida de los trabajadores, así como al papel comprometido del presidente del comité de empresa, Jesús Villegas. Por ahora, ABB no va a llevar a cabo medidas contundentes, agresivas o violentas contra los afectados si se mantiene el principio de voluntariedad, un principio que han tenido que aceptar sindicatos, comité de empresa y trabajadores al entender que este sería un ERE difícil de parar, por lo que han pactado con la dirección una serie de medidas para salvar -de la forma menos dolorosa- puestos de trabajo y compañeros de platilla. El preacuerdo entre empresa y trabajadores pasa por cubrir 49 plazas voluntarias a lo largo del mes de agosto, de lo contrario, la empresa intervendrá sin ningún tipo de acuerdo con los trabajadores. Las medias pactadas son:
En primer lugar: la prejubilación. Esta medida sólo se puede aplicar sobre aquellos miembros mayores de 55 años, abierta a 14 personas de las 49 afectadas y con una gran falta de información sobre su cumplimiento por parte de la empresa. Esta vía, como bien explica Luis Villegas1, es una falsa imagen de buenas intenciones de la empresa, ya que esta sabe que la plantilla ha sufrido en los últimos años un cambio generacional muy agudo, con una media de edad de 40 años. Por lo tanto, esta es una medida que, aunque superficialmente parezca positiva, no sirve más que para lavar la cara de la empresa. Tras esta falsa careta se esconden las verdaderas intenciones de la empresa: el despido sin negociación alguna.
Llegamos al segundo punto: los traslados. Esta es una alternativa para solo 16 trabajadores como máximo. Aunque da la posibilidad de no perder el puesto de trabajo, el traslado supone que estos empleados rompan de forma más o menos importante sus lazos con familia, amigos y localidad. Una medida que se cubrirá con más rapidez y facilidad que la prejubilación, pero que en ningún caso es un proceso fácil, que, aunque se haga de forma “voluntaria” no se hace por gusto, sino impuesto por una dirección que pone a un lado de la balanza el paro y el miedo al futuro, y al otro la posibilidad de seguir trabajando, aunque sea alejado de tu ciudad, de tus amigos o familia, pero seguir teniendo un sustento de vida, por precario que este sea. Un triste juego al que se enfrentan los trabajadores diariamente fruto de la falta de soberanía sobre sus vidas, una soberanía que hoy pertenece a quienes nos dan trabajo, a quienes viven a costa de nuestro miedo al mañana.
Otra de estas medidas es la “internacionalización” o, mejor dicho, externalización. Internacionalización es la palabra usada en el preacuerdo para definir esta medida, que consiste en recolocar a 12 trabajadores de ABB en otras empresas externas que trabajen para esta o de subcontratas que en un corto-medio plazo quieran trabajar para la multinacional suiza. Es decir, no serán despedidos, pero pasarán a trabajar en unas condiciones que por lo general son mucho más precarias y con peores salarios. Todo ello en un marco donde ni el comité de empresa ni la dirección de ABB saben cómo hacer esto de forma positiva tanto para los 12 trabajadores que pasarían a las plantillas de estas subcontratas como para los asalariados que ya trabajan en estas. ¿Qué ocurrirá con ellos? ¿Serán despedidos o se mantendrán en sus puestos? Una medida sin muchas garantías.
Y finalmente: las bajas incentivadas. Lógicamente nadie quiere acogerse “voluntariamente” a un despido, por ello, ABB promete un incentivo para que los trabajadores se acojan también a esta medida. Esta es, 50 días por año con un límite de 150.000 euros por persona. Hay que recordar que todas estas medidas se conceden por su carácter de “voluntariedad”, pero la empresa ya ha avisado que, si no se cubren las distintas plazas de forma voluntaria, será ella quien decida quien va fuera, quien se prejubila y quien es trasladado a Madrid, País Vasco o Zaragoza2.
Sin duda, la multinacional no tiene más interés que el suyo propio, que mantener sus beneficios, y que estas medidas no son más que una careta corporativista para da una imagen de dirección “friendly”, que cuida de sus empleados, cuando la realidad es radicalmente distinta. La verdad es que mientras los trabajadores están luchando por sus vida, trabajos y futuro, en otro punto tenemos a la dirección suiza con sus planes de venta a la empresa nipona Hitachi y sabiendo que sus medidas son difíciles de cumplir a través de ese voluntarismo que no es otra cosa que decir a la plantilla “quien llegue el último, pierde”.
Seguiremos con atención el desarrollo de ABB, de su preacuerdo y de cómo se dispone finalmente esos 49 afectados por el ERE, así como las propuestas de Comisiones Obreras en esta provincia: elaboración de un plan de viabilidad para la planta cuando pase a manos de Hitachi y la propuesta de crear un observatorio municipal para analizar el tejido industrial de Córdoba y sus posibles mejoras3.
Aunque los resultados de la negociación no han sido los mejores, los trabajadores han conseguido rebajar el número de compañeros inmersos en este ERE, han arrancado a la empresa una serie de medidas que dan algo de aliento para seguir en esta lucha por mejorar sus condiciones de trabajo y vida, y sobre todo, han demostrado ser una plantilla unida, cohesionada y que sabe que la única forma de mantener sus trabajos es con el apoyo mutuo, el trabajo común, el fortalecimiento de su comité de empresa y la lucha sindical contra las decisiones tomadas desde arriba. Vemos como, aun cuando las condiciones son tan desfavorables y adversas para la plantilla, si el camino que se toma es la lucha, la oposición organizada y una dirección clara, siempre se puede conseguir algo más, siempre podemos forzar a las empresas a tomar posturas más cercanas a nuestros intereses como trabajadores.
La crisis económica que despunta en el horizonte, anuncia problemas en las empresas españolas y europeas como en el periodo 2008-2013. Los trabajadores tendremos que ir pensando en fórmulas para afrontar esta situación, sin que la recesión se lleve por delante nuestros empleos, ni las empresas de las que depende la economía de nuestras comarcas. Una forma de empezar es derogar las últimas reformas laborales y luchar por cambios en la legislación que reduzcan el poder de los empresarios a la hora de despedir.
Notas
- Luís Villegas, Presidente del Comité de Empresa en ABB Córdoba, en Cadena Cope.
- Verdú, Rafael. (2019, 30 de julio). Las claves del acuerdo laboral final de ABB en Córdoba. ABC. Recuperado 1 de septiembre de 2019
- Comisiones Obreras (2019, 31 de julio) CCOO agradece a la plantilla de ABB en Córdoba el «enorme esfuerzo» demostrado en la negociación del ERE. Recuperado 1 de septiembre de 2019
Cada caso es diferente y no procede valorar sin conocer a fondo la situación económico-financiera, productiva y laboral de la empresa. Sin embargo conociendo el funcionamiento de los grupos multinacionales como éste, su capacidad para manejar los planes productivos a su antojo, las relaciones económicas intragrupo, etc, las causas productivas y económicas para despedir a gente, aunque sea 1 persona, deberían ser muy claras, con pocas alternativas en relación a la viabilidad económica e industrial a medio plazo a plantear.
Si no existiera una causa productiva y económica real, estariamos hablando que se llega a este acuerdo por una falta de correlación de fuerzas, y para ganar esa correlación de fuerzas es imprescindible la huelga, indefinida generalmente (sin entrar en otras consideraciones sobre cómo actuan CCOO y UGT con los EREs). Para ello es imprescindible que los sindicatos tengan caja de resistencia confederal que cubra al menos el SMI de las trabajadoras en huelga y permita por tanto entrar a un conflicto de este nivel. CCOO y UGT no tienen caja de resistencia y no tienen esta capacidad de confrontación y huelga, quizás tampoco la quieren tener. Eso debería de cambiar o que cambien las mayorías sindicales.
Los casos de retirada de ERE de extinción son poco habituales, pero los que se han dado en el Pais Vasco atestiguan que con mayorías sindicales en las empresas (multinacionales también) con sindicatos que tienen caja de resistencia (ELA, LAB y ESK) es posible aguantar huelgas indefinidas hasta que la empresa ceda. Por estos motivos son sindicatos mayoritarios en la comunidad autónoma: su grado de combatividad superior defiende mejor el empleo y sus condiciones, por tanto la gente se afilia.
Productos Tubulares anuncia la retirada del ERE que planteaba despedir a 157 trabajadores (17 de Abril de 2018)
https://www.naiz.eus/eu/actualidad/noticia/20180417/productos-tubulares-anuncia-la-retirada-del-ere-que-planteaba-157-despidos
Productos Tubulares pide paz social a cambio de retirar el ERTE (19 de Junio de 2019)
https://www.deia.eus/2019/06/19/economia/productos-tubulares-pide-paz-social-a-cambio-de-retirar-el-erte
Se pasó de ERE con cierre de acería que implicaba el cierre de la planta de facto (sin acería propia no sería rentable fabricar) a después de 41 días de huelga total 400 trabajadores y trabajadoras, volver a mantener el empleo y actividad industrial, todo ello teniendo en contra al Gobierno Vasco (PNV -Industria- y PSOE -Trabajo-) que buscaban insistentemente una mediación para laminar la plantilla utilizando el acuerdo de los sindicatos de concertación (CCOO y UGT) y salvar a la empresa del conflicto. En las ultimas elecciones sindicales UGT y CCOO han perdido la mayoría del comité de empresa ante la victoria de ELA, LAB y ESK, mayoría que durante el conflicto de la huelga tenían de facto.
Otro conflicto con retirada de ERE (2012) después de 60 días de huelga total
La plantilla de Guardian Llodio consigue la retirada del ERE y un convenio que bloquea la reforma laboral
https://www.ela.eus/es/noticias/la-plantilla-de-guardian-llodio-consigue-la-retirada-del-ere-y-un-convenio-que-bloquea-la-reforma-laboral
Y otro reciente
La plantilla de Valvospain Amurrio gana el pulso a la dirección y abandona la huelga
https://halabedi.eus/es/la-plantilla-de-valvospain-amurrio-gana-el-pulso-a-la-direccion-y-abandona-la-huelga/
Ánimo con la lucha
borroka da bide bakarra
«las bajas incentivadas. Lógicamente nadie quiere acogerse “voluntariamente” a un despido, por ello, ABB promete un incentivo para que los trabajadores se acojan también a esta medida. Esta es, 50 días por año con un límite de 150.000 euros por persona.»
Este párrafo indica que o bien la empresa no presentaba el expediente por causas económicas, sino solo causas productivas, o bien que no tiene esas causas económicas: no se ofrecen estas indemnizaciones ni un limite tan alto en ningun ERE con causas economicas reales
Me posiciono en que ha faltado correlación de fuerzas y huelga indefinida